Otra tarde fría, otro sábado diferente pero a la vez tan parecido a los demás.
Mirando el fuego pasan las horas, leyendo historias de amor e introduciéndote en ellas, te crees que eres aquella personaje de cuento con final feliz, pero miras a tu alrededor y sigues estando en tu salón acompañada de la soledad y bebiendo chocolate caliente en una taza.
Sientes que el frío traspasa por el pijama, colocas las manos alrededor de la taza caliente... uhm.
Quieres que esté contigo y en vez de ser tu la que rodeas con tus manos la taza fuera él, el que te rodeara con sus brazos tu cuerpo y que hiciera que el frío huyera de él.
Sientes que el frío traspasa por el pijama, colocas las manos alrededor de la taza caliente... uhm.
Quieres que esté contigo y en vez de ser tu la que rodeas con tus manos la taza fuera él, el que te rodeara con sus brazos tu cuerpo y que hiciera que el frío huyera de él.
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